QUIERO RENDIRME.
Estoy cansada de luchar, me resquebraja el involucionar. Estoy cansada de no avanzar, me rompí cuando te volviste a marchar. Estoy asqueada de no poder gritar, me enloquece el no poderte hablar. Estoy decepcionada de que te hayas vuelto a asustar. Me enrabia que me hagas volverte a odiar. Y te defendí sin pestañear, luché tanto por ti que llegué a sangrar. Y te cuidé sin nada ocultar, hasta que me di cuenta de que ya no podía respirar. Eran tus manos que me empezaban a agarrar, me estrangularon hasta que no pude ni pensar. Eran tus mentiras bien calculadas, que me engatusaban para que no me pudiera escapar. Eran tus labios llenos de palabras vacías, que defendían una conexión entre nuestras almas. Eran tus actos , que dejaron que se esfumara. ¿Y qué sentido tenía, si no la ibas a cuidar? Son nuestras ondas, que orbitan en zonas distintas. Son nuestras heridas, que a causa de las mentiras y las batallas fallidas se han quedado infectadas. Son tus mariposas, que, a ra